11 de abril de 2014

"NUESTRO PROGRESO INMATERIAL"

A muchos nos sucede que en alguna ocasión de conflicto o pesar, reflexionamos sobre los progresos de nuestro Ser inmaterial y nos preguntamos; qué estoy haciendo? dónde está mi progreso? no debería haber superado estas cosas? si yo ya sé que esto es así, por qué me afecta tanto?

Es frecuente, muy frecuente, encontrar personas de todos los órdenes llamados “espirituales”, que experimentan frustración y confusión en relación a sus expectativas y consideraciones sobre lo que es una realización inmaterial. Existe una aventurada precipitación de muchas personas a considerar estos logros como algo que está relacionado a experiencias extraordinarias o “superiores”, a experiencias, incluso, sobrenaturales o divinas y a logros inmateriales que en el imaginario popular están relacionados con el comportamiento puro en todo acto y la casi inmunidad total y los milagros o poderes sobrenaturales. Si bien es cierto que algunas personas logran conseguir algunas de estas cosas o todas, la mayoría confunde un curso de alguna técnica con el logro de tales cosas o, el entendimiento intelectual de una perspectiva inmaterial con la realización de un estado superior.Evidentemente, esta desmedida expectativa pronto creará grandes frustraciones en todos nosotros si llegamos a convencernos que por saber estas cosas o porque las practicamos desde hace 10, 15 o 20 años, ya hemos logrado ALGO.

Existe la creencia errónea de que por dedicarnos o inclinarnos al desarrollo de nuestro Ser inmaterial, nuestra existencia está cada vez más lejos de los contaminantes del mundo y que los accidentes, los errores, la ignorancia, los conflictos, la confusión, etc., se solucionarían definitivamente. Nada de esto es posible en este mundo porque este mundo es todo eso y nosotros también somos este mundo.

Es verdad que la disciplina en nuestros actos es una protección para la Mente y que la disciplina de nuestra Mente es un “beneficio” para nuestro Kamma (Karma), pero no se puede parar el devenir de los fenómenos en el mundo ni en nuestra experiencia de la existencia.Siempre sucederán cosas que nos resultarán desagradables y cosas agradables, nuestra experiencia es así, eso no se puede cambiar, aún aquellos que han despertado, siguen diferenciando entre lo que es sano y lo que no lo es, entre lo que es agradable y lo que no lo es, debido a que esto ocurre realmente en el mundo convencional.

Entonces; ¿cómo nos damos cuenta si nuestra dedicación e inclinación al desarrollo de nuestra inmaterialidad está dando resultados, es decir, si estamos “progresando”.Lo primero que se manifiesta como un “progreso” en la experiencia de una persona que ha tomado este camino con seriedad, es un esclarecimiento coherente de nuestra propia realidad y la que nos rodea a nivel intelectual, el Dhamma (las enseñanzas del Buddha) comienza a armar el rompecabezas y las piezas que nos faltaban para darle un orden coherente a toda la información que experimentamos -pero que no sabíamos cómo organizarla- comienzan a tomar forma firme e irrefutable. Si esto primero se establece como algo confiable a nivel intelectual, si sentimos que podemos depositar confianza en esto, entonces, nace en nuestra práctica una actitud entusiasta y abierta a experimentar, a dejar que surjan en nuestra experiencia todos los fenómenos, agradables y desagradables... aceptamos la idea de enfrentar todo esto para lograr conocer la realidad tal cual es, queremos conocer, queremos comprender, queremos experimentar.
Pero está el Mundo… allí está, eso que una vez que nos levantamos de la meditación en un lugar separado, nos arrastra nuevamente a la locura y la incoherencia, al mundo de la explotación sensorial e intelectual, al mundo de principios materialistas. Y allí, es donde nosotros, a pesar de haber cambiado nuestra perspectiva intelectual de la realidad, a pesar de haber aceptado un cambio de comportamientos personales… nos golpeamos contra esta otra realidad que nos sigue afectando y nos “afectará siempre”.¿Qué debemos considerar entonces, cuáles son los beneficios de haber cambiado nuestros hábitos y esclarecido nuestra realidad, en qué vamos a notar si hay avance o no lo hay?El primer síntoma es comprobar que a pesar de seguir enfrentando los mismos problemas de antes, nuestra confianza en el Dhamma sigue invariable, comprobar que hemos adquirido cierto nivel de sabiduría que nos permite deducir por nuestro propio medio y entendimiento que el Dhamma es coherente y real a pesar de que el mundo nos grite en el oído otra cosa. Este no es un simple acto de fe ciega o de confianza simpática, es el resultado de una reflexión personal que no deja lugar a la duda ya que hemos revisado el Dhamma intelectualmente una y otra vez, lo hemos puesto a prueba, lo hemos confrontado y comparado desde dentro y fuera de la doctrina y tradición, tratando de encontrar alguna falla y siempre nos da el mismo resultado; coherencia y evidencia.El segundo síntoma es el desarrollo de las Paramis.En nuestra tradición, existe una clasificación de logros mentales que se denominan Paramis (Perfecciones) y que están relacionadas a estados y comportamientos sanos de nuestra Mente y nuestro accionar, es decir, al desarrollo de nuestra inmaterialidad.En la tradición Theravada, las Paramis son 10:Dana - GenerosidadSila –Ética, VirtudNekkhamma - RenunciaPanna - Sabiduría Viriya - EsfuerzoKhanti - PacienciaSacca – Sinceridad, HonestidadAdhitthana - DeterminaciónMetta – Amor incondicional hacia TODOS los seresUpekka – Ecuanimidad. 

Estas perfecciones son una referencia muy clara que cada persona puede verificar directamente sin que nadie ni nada de afuera necesite evaluar, considerar o aprobar. Cada uno de nosotros puede revisar el desarrollo de sus Paramis simplemente observando el crecimiento de su firmeza en relación al tiempo y tipo de práctica que realiza.No siempre se desarrollan en forma uniforme ni al mismo tiempo, tal vez algunas personas ya tienen alguna o varias de estas Paramis desarrolladas en otras existencias y nacen en esta existencia con éstas más desarrolladas que otras. En este caso, lo ideal es observar aquellas que son débiles para “evaluar” y trabajar en ellas a modo de “medir” si realmente progresamos inmaterialmente. Si vemos que la DETERMINACIÓN aumenta y se establece, eso es un avance, si vemos que dejamos de mentir y aumenta nuestra HONESTIDAD, eso es un avance inmaterial, si vemos que nuestra PACIENCIA y nuestra SABIDURÍA se establece, eso es un avance.

Y cuando veamos en su conjunto todo esto, cuando podamos evaluar que un nuevo comportamiento Mental y del accionar se ha establecido en nuestra vida, de forma serena, firme, sin necesidad de demostrarlo a nadie ni a uno mismo, cuando esto invade nuestro diario vivir, entonces, es allí donde podemos considerar que hemos dado el primer paso en el camino inmaterial.

Por más que sepas ver el futuro, por más que puedas curar con tus manos, por más que hables con otros seres de otros planos, si lo anterior no está establecido en nuestra vida, no hay avance inmaterial, sólo has logrado el desarrollo de una técnica, nada más que eso… el desarrollo inmaterial de los seres no es hacia afuera, no es hacia "adentro", "no se ve", es inmaterial

10 de abril de 2014

Dasarrollar el AMOR



Amor es el deseo de que otros sean felices y tengan las causas para la felicidad. Tal deseo naturalmente va seguido de una simpatía compasiva. Aunque sentimos tristeza por el dolor y pena de alguien, tener esa sensación es difícil mientras activamente deseamos que la persona sea feliz. Cuando dejamos de pensar en nosotros mismos y nos enfocamos en la felicidad de alguien, nuestro corazón naturalmente se torna cálido. Esto automáticamente nos trae un sentimiento más gentil de alegría y puede provocar incluso más potenciales para sentir felicidad, que fueron construidos durante mucho tiempo por nuestra conducta constructiva. Además, cuando el amor es desinteresado y sincero, una felicidad gentil lo acompaña, una que no es agitadora, y nuestra tristeza desaparece. Tal como un padre que sufre de dolor de cabeza olvida el dolor mientras consuela a su hijo/a enfermo, similarmente la tristeza que sentimos por la desgracia de alguien desaparece mientras le irradiamos pensamientos de amor.

5 de abril de 2014

Karesansui

A veces, solo a veces...
Retirarse no es rendirse,
ni estar en contra es agredir.
Cambiar no es hipocresia
y derrumbar no es destruir.
Estar a solas no es apartarse,
y el silencio no tener que decir.
Quedarse quieto no es por pereza,
ni cobardia es sobrevivir.
Sumergirse no es ahogarse,
ni retrocedes para huir.
No se deciende trastabillando,
ni el cielo ganas por bien sufrir.
Y las condenas no son eternas,
ni por perdones vas a morir.
A veces, solo a veces...
Hace falta lograr soltarse,
izar las velas,abandonarse,
dejar que fluya, que el viento cambie,
cerrar los ojos y enmudecer.